En estos últimos tiempos hemos presenciado cómo la discusión
acerca del fenómeno de la homosexualidad se ha ido haciendo cada vez más
pública, con gran difusión a través de los medios de comunicación de masas y,
no pocas veces, como bandera de lucha de determinadas ideologías. En efecto, la
homosexualidad en nuestros días parece ser más un tema socio-político que
científico o moral, lo que en cierto sentido dificulta el análisis sereno que
su complejidad y multi-dimensionalidad merece. Asimismo, la ideologización
tiende a desviar la atención de los verdaderos protagonistas de este fenómeno:
las personas homosexuales, quienes muchas veces viven su condición con gran
sufrimiento y son víctimas de injustas discriminaciones. Este documento tiene
precisamente el objetivo de entregar algunos antecedentes e instrumentos de
análisis para quienes deseen formarse un juicio fundamentado y desapasionado en
torno a esta compleja realidad. La gran publicidad de este debate ha llevado a
que, en este momento, la gente común tenga muchas interrogantes acerca del
fenómeno de la homosexualidad, de su génesis y de su desarrollo. ¿Es una
enfermedad, una perversión, una desviación o simplemente otro “modo de ser”,
tan normal como cualquiera? ¿La persona homosexual nace o se hace? ¿Depende de
la biología, de la sicología, de la sociología, del proceso natural de cambios
culturales o, acaso, de alguna combinación de estos factores? ¿Hay uno o varios
tipos de tendencia homosexual? ¿La homosexualidad es reversible? Junto con
todas estas preguntas especí- ficas, últimamente ha surgido una nueva fuente de
dudas. Muchos no saben bien cómo evaluar el hecho de que en algunos países de
Occidente se esté dando cierta relevancia jurídica a las uniones entre personas
del mismo sexo, llegando incluso a darles el carácter de “matrimonio” y a
permitirles la adopción de hijos (o la maternidad por fecundación artificial).
¿Qué postura se debe tomar frente a esto? La rapidez con que se han ido
sucediendo estos hechos y la publicidad asociada a ellos han dificultado que la
gente se forme un juicio propio. Por ello, urge una reflexión integral y
objetiva que ayude a que todos tengamos una opinión madura respecto de este
tema, y que permita evaluar desde un punto de vista moral el hecho de ser una
persona homosexual y el de tener relaciones homosexuales, junto con analizar la
coherencia y conveniencia socio-políticas del reconocimiento civil de las
uniones de personas homosexuales. En el curso de esta reflexión, sin embargo,
es importante recordar que el debate acerca de la homosexualidad se está
abordando en un contexto social y cultural muy concreto donde, especialmente en
Occidente, la sexualidad humana se considera cada vez menos vinculada al
matrimonio y a la procreación. En efecto, en la actualidad se tiende a
relacionar la sexualidad humana mucho más con una mera forma de obtener placer
que con la culminación de una relación interpersonal amorosa que se proyecta en
la descendencia. Otro factor propio del siglo es la tendencia cada vez mayor a
anular las diferencias sexuales entre las personas, lo que obstaculiza el
proceso educativo de los jóvenes y les impide a veces educarse en su ser varón
o mujer. Las expresiones artísticas y los contenidos publicitarios evidencian
la creciente ambigüedad en esta materia, frente a la que se ve que los jóvenes
han acusado recibo a través de las preguntas que hacen a los padres y profesores.
La búsqueda del gozo en el encuentro con el otro es sustituida por la más
inmediata y superficial búsqueda del placer. La dinámica cultural que niega la
unidad de las dimensiones amorosa y procreativa de la relación sexual se
vincula estrechamente con la equiparación de la homosexualidad a la
heterosexualidad.
¿Qué es la homosexualidad?
Cuando tratamos de ayudar a una persona a superar su homosexualidad,
encontramos que muchas de ellas están confundidas sobre lo que verdaderamente
es la homosexualidad. Muchas veces la persona se identifica erróneamente como
"homosexual" creando así un obstáculo más en su esfuerzo de aceptar
su nueva identidad en Cristo. Hay otros que no desean aceptar su problema
homosexual y rehuyen confrontar la realidad. Esto sucede a menudo con los
padres de familia o parientes que no desean aceptar la homosexualidad de un ser
amado. Para mayor comprensión de este problema, hemos preparado esta reseña,
explicando nuestra opinión sobre qué es la homosexualidad verdaderamente.
Hasta ahora, ni la comunidad científica ni los grupos
religiosos, ni los homosexuales han llegado a un acuerdo sobre la definición de
homosexualidad. Sin embargo, Lauwrence J. Hatterer, autor de "Cambiando
la Homosexualidad Masculina"dio esta definición: "Aquel que en su
vida adulta está motivado por una atracción definida, preferencial, erótica
hacia miembros de su mismo sexo, y quien, usualmente pero no necesariamente,
tiene relaciones con éste". Esta es una definición adecuada para trabajar
con ella, pero una explicación completa de la condición de la homosexualidad es
más profunda.
¿Nacer Homosexual?
La mayoría de las personas homosexuales creen que ellas
"nacieron" homosexuales. A menudo esta creencia brinda alivio y
retira la responsabilidad para el cambio. Sin embargo, no existe sólida
evidencia científica que una persona nace homosexual. La gran mayoría de las
personas homosexuales son completamente normales genéticamente: son hombres y
mujeres completos en este sentido.
Conducta Aprendida
Nosotros creemos que la homosexualidad es una conducta
aprendida que fue influenciada por una serie de hechos: una ruptura en la vida
familiar en la niñez, una falta de amor incondicional de parte de alguno de los
progenitores, falta de identificación con el progenitor del mismo sexo. Más
tarde estos problemas pueden resultar en una búsqueda de amor y aceptación,
envidia del mismo sexo o del sexo opuesto, una vida controlada por diferentes
temores y sentimientos de aislamiento. Parece que una cosa está clara: la homosexualidad
es causada por una multitud de raíces. Sería simplista pensar en una sóla
causa: temor al sexo opuesto, incesto o abuso sexual, madres dominantes y
padres débiles y opresión demoníaca. Todo esto puede jugar parte en la causa de
la homosexualidad, pero sólo uno de estos factores externos en la vida de una
persona, sus propias decisiones juegan un papel importante en formar su
identidad homosexual, aunque son pocos los que desean admitirlo.
¿Qué Dice la Biblia?
La Biblia claramente dice en cinco diferentes lugares que la
homosexualidad es pecado: Levíticos 18:22, 20:13, Romanos 1:26-27, I Corintios
6:9-10 y I Timoteo 1:9-10. A pesar que la posición de las Escrituras sobre la
conducta homosexual es muy clara, algunas personas se preguntan: " ¿también
dice la Biblia que los sentimientos homosexuales son incorrectos?".
Después de una larga exposición sobre la homosexualidad, Romanos 1 termina con
este versículo: "Que habiendo comprendido el juicio de Dios, que los que
hacen tales cosas son dignos de muerte, no sólo lo hacen, más aún, consienten a
los que las hacen". Es evidente aquí que aun el aprobar el estilo de vida
homosexual es pecado. Colosenses 3:5 dice: "Amortiguad, pues vuestros
miembros que están sobre la tierra; fornicación, inmundicia, malicia, mala
concupiscencia y avaricia, que es idolatría". De acuerdo a la Palabra de
Dios, la lujuria sexual y la fantasía homosexual y heterosexual son pecado. Por
el contrario, I Corintios 10:13 nos asegura que la tentación no es pecado:
"No os ha tomado tentación, sino humana; más fiel es Dios que no os dejará
ser tentados más de lo que podéis llevar; antes dará también juntamente con la
tentación la salida para que podáis aguantar". Existe una diferencia entre
sentirse atraído hacia los actos homosexuales o fantasía, y escoger rendirse
ante esa atracción. Esta es la diferencia entre la tentación y el pecado. No
podemos controlar por completo lo que nos sirve de tentación, pero sí está en
nuestro poder decidir seguir esta tentación. Este poder de decisión se fortalece
por el Espíritu Santo quien vive en nosotros.
LOS CUATRO ASPECTOS DE LA HOMOSEXUALIDAD
El problema de la homosexualidad es mucho más que un simple
acto sexual. Aquellos que han sido atrapados en ese pecado, han ingresado en el
ambiente homosexual en algún grado. Para comprender mejor las circunstancias de
la persona que busca ayuda, hemos dividido la homosexualidad en cuatro aspectos
diferentes: conducta, respuesta psíquica, identidad y ambiente homosexual.
Conducta
A menudo asumimos que todas las personas homosexuales tienen
encuentros homosexuales, pero este no siempre es el caso. Asumimos también
incorrectamente que todo aquel que practica actos homosexuales es homosexual.
Pero la verdad es que estos actos no son un indicio verdadero de que una persona
sea o no homosexual. Existe un número inmenso de hombres heterosexuales que
tienen encuentros homosexuales por varias causas, como por ejemplo estar en la
prisión o en otro lugar donde no es posible el sexo heterosexual. Tampoco
creemos que un muchacho que ha tenido encuentros homosexuales a temprana edad,
es un homosexual, a menos que estos encuentros llenen una necesidad que no es
satisfecha de otra manera, como la necesidad de amor, aceptación, seguridad y
significado. En este caso, estos encuentros representan un
"intercambio" por las necesidades no-sexuales que se obtienen a
través de ellos. Es posible que estos encuentros sean sinónimo de satisfacer
estas necesidades. Esto puede llevar a una orientación homosexual. Sin embargo,
las estadísticas dan a conocer que la mayoría de muchachos que experimentan
actos homosexuales los dejan atrás, y maduran hacia una vida heterosexual
normal. Por el contrario, muchas personas homosexuales nunca tienen encuentros
homosexuales; debido al miedo o a una fuerte convicción religiosa, estas
personas refrenan una conducta homosexual, pero llevan una intensa lucha con la
homosexualidad.
Respuesta Psíquica
Una breve definición de este término es: "excitación
sexual (estímulo) causada por percepción visual o especulación de
fantasía". La respuesta psíquica es lo que la gente llama también
"orientación homosexual". A pesar que muchas personas dicen que han
experimentado atracción visual o sexual por el mismo sexo "desde que
tienen uso de razón", existe un patrón progresivo en la vida de una
persona que conduce a una respuesta psíquica homosexual. El niño puede comenzar
con la necesidad de compararse con otros para ver si satisface los valores
impuestos por la sociedad. Cuando ve que él no se compara favorablemente con los
demás, siente admiración por esas cualidades y características físicas que
envidia, lo que le lleva al deseo de poseer a otros y finalmente al deseo de
consumir a otros. Este deseo se erotiza en algún momento, resultando
eventualmente así en lo que se considera como la respuesta psíquica. Esta
respuesta psíquica a tomar la vida de otra persona se inicia con un poco de
imaginación. Se imaginan situaciones sexuales. Cuando el primer encuentro
sexual sucede, puede ser el resultado de varios años de planeamiento y
fantasía. No obstante, la conducta homosexual puede preceder a la respuesta
psíquica, resultante de una respuesta condicionada hacia encuentros placenteros
y satisfactorios con el mismo sexo.
Identidad
Algunas personas entran en la homosexualidad por la
"identidad". Estas personas puede que no hayan experimentado
atracción sexual por el mismo sexo, o no hayan tenido ningún encuentro
homosexual. Sin embargo, desde temprana edad se han sentido
"diferentes" de los demás. Se sienten anormales, como si no ocuparan
un lugar en el mundo heterosexual. Ellos razonan de esta forma: "si no soy
heterosexual, entonces debe ser que soy homosexual". Claro que esta es una
mala interpretación. Una vida cohibida por la timidez, miedo del sexo opuesto,
falta de habilidad en los deportes y en lo social, no debe aceptar la identidad
de "homosexual". Sin embargo, la gente crece dentro de identidades.
Una vez que se acepta a una identidad se comienzan a desarrollar en la vida de
la persona, las características que esa identidad implica. Es por esta razón
que es de mucha importancia lo que creemos de nosotros mismos.
Ambiente
Una persona homosexual puede insistir que no tiene
responsabilidad alguna por su identidad, su respuesta psíquica, ni aun por su
primer encuentro sexual, ya que este pudo haber sido forzado. Sin embargo, toda
persona homosexual debe cargar con la responsabilidad de haber escogido entrar
en el ambiente homosexual. No obstante, las personas entran en este estilo de
vida en diferentes grados. Algunos viven en el mundo heterosexual la mayor
parte del tiempo, y solamente buscan en el ambiente homosexual encuentros
sexuales esporádicos e impersonales. Otros, en cambio, se sumergen totalmente
en la subcultura homosexual donde trabajan, viven y socializan en un ambiente
totalmente homosexual. Dentro de estos dos extremos, existen todos los demás
grados de profundización en ese ambiente, pero para muchas personas, es en el
ambiente homosexual donde han sentido de alguna forma la aceptación a un nivel
superficial. A pesar de la aceptación disponible, el ambiente homosexual, a
menudo se vuelve una forma de vida dolorosa y sin recompensa, especialmente
para los homosexuales de edad avanzada quienes ya no son deseados sexualmente.
Como usted puede ver, en estos cuatro aspectos, la
homosexualidad es un problema complejo con muchas definiciones y variaciones.
Si alguien le dice: "yo soy homosexual", verdaderamente le ha dicho
muy poco sobre su persona. Es necesario mirar su vida más profundamente para
determinar hasta qué grado la homosexualidad se ha convertido parte de su
identidad. Esto también puede ilustrar por qué la homosexualidad puede ser un
problema difícil de superar.
Es verdad que la salida de la homosexualidad no es fácil,
pero hay miles que la han abandonado, y se han hecho "nuevas criaturas en
Cristo". Muchos se han casado y tienen familias, mientras que otros se
mantienen célibes y viven vidas gozosas dedicadas al servicio de Dios. Dios nos
da los deseos de nuestro corazón. A satanás no le complace cuando alguna
persona se da cuenta del engaño de la homosexualidad y descubre la puerta. Hay
muchas batallas que pelear, pero "mayor es El que está en nosotros que ese
que está en el mundo".
"No tengas miedo ni te desalientes, pues la batalla no es tuya, sino de Dios" (II Crónica 20:15)
Anna Freud jugó un papel predominante. Para ella la sospecha de homosexualidad era la peor de todas y estremece imaginar cómo habrá sufrido los comentarios del milieu psicoanalítico sobre su amistad con Dorothy Burlingham. En l956 invitó a la periodista Nancy Procter-Gregg a no citar en un artículo en The Observer aquella carta de su padre del 1935 basándose en primer lugar en que “(…) ahora podemos curar muchos más homosexuales de lo que creíamos posible antes. La otra razón es que los lectores podrían ver en ella -la carta de Freud- la confirmación de que todo lo que el psicoanálisis puede hacer es convencer a los pacientes de que sus defectos o inmoralidades no son graves y que habrían de aceptarlos con alegría”
Aunque para Freud la homosexualidad no fuera una perversión en
sí, habría sido causada por una inhibición en el desarrollo normal del niño. De
esta manera Freud halló que “en todo cuanto constituye una aberración fijada
respecto de la vida sexual normal, no pudimos menos que discernir una cuota de
inhibición del desarrollo y de infantilismo” (Freud 1905a/2004, p. 211). Más
adelante en su obra, Freud formuló esta idea de tal manera que incluyese a la
homosexualidad: "[…] siempre que en el adulto hallamos una aberración
sexual ― perversión, fetichismo, inversión ― tenemos derecho a esperar que la
exploración anamnésica nos lleve a descubrir en la infancia un suceso fijador
[…].” (Ibíd. P. 180).
http://www2.kennedy.edu.ar/departamentos/psicoanalisis/articulos/FreudyHomosexualidad.pdf
http://chiabai.zarcrom.net/node/520
http://www.marianponte.com/sexualidad/homosexualidad/#
http://guillermomattioli.com/los-psicoanalistas-ante-la-homosexualidad/
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