jueves, 14 de julio de 2016

Homosexualidad.

En estos últimos tiempos hemos presenciado cómo la discusión acerca del fenómeno de la homosexualidad se ha ido haciendo cada vez más pública, con gran difusión a través de los medios de comunicación de masas y, no pocas veces, como bandera de lucha de determinadas ideologías. En efecto, la homosexualidad en nuestros días parece ser más un tema socio-político que científico o moral, lo que en cierto sentido dificulta el análisis sereno que su complejidad y multi-dimensionalidad merece. Asimismo, la ideologización tiende a desviar la atención de los verdaderos protagonistas de este fenómeno: las personas homosexuales, quienes muchas veces viven su condición con gran sufrimiento y son víctimas de injustas discriminaciones. Este documento tiene precisamente el objetivo de entregar algunos antecedentes e instrumentos de análisis para quienes deseen formarse un juicio fundamentado y desapasionado en torno a esta compleja realidad. La gran publicidad de este debate ha llevado a que, en este momento, la gente común tenga muchas interrogantes acerca del fenómeno de la homosexualidad, de su génesis y de su desarrollo. ¿Es una enfermedad, una perversión, una desviación o simplemente otro “modo de ser”, tan normal como cualquiera? ¿La persona homosexual nace o se hace? ¿Depende de la biología, de la sicología, de la sociología, del proceso natural de cambios culturales o, acaso, de alguna combinación de estos factores? ¿Hay uno o varios tipos de tendencia homosexual? ¿La homosexualidad es reversible? Junto con todas estas preguntas especí- ficas, últimamente ha surgido una nueva fuente de dudas. Muchos no saben bien cómo evaluar el hecho de que en algunos países de Occidente se esté dando cierta relevancia jurídica a las uniones entre personas del mismo sexo, llegando incluso a darles el carácter de “matrimonio” y a permitirles la adopción de hijos (o la maternidad por fecundación artificial). ¿Qué postura se debe tomar frente a esto? La rapidez con que se han ido sucediendo estos hechos y la publicidad asociada a ellos han dificultado que la gente se forme un juicio propio. Por ello, urge una reflexión integral y objetiva que ayude a que todos tengamos una opinión madura respecto de este tema, y que permita evaluar desde un punto de vista moral el hecho de ser una persona homosexual y el de tener relaciones homosexuales, junto con analizar la coherencia y conveniencia socio-políticas del reconocimiento civil de las uniones de personas homosexuales. En el curso de esta reflexión, sin embargo, es importante recordar que el debate acerca de la homosexualidad se está abordando en un contexto social y cultural muy concreto donde, especialmente en Occidente, la sexualidad humana se considera cada vez menos vinculada al matrimonio y a la procreación. En efecto, en la actualidad se tiende a relacionar la sexualidad humana mucho más con una mera forma de obtener placer que con la culminación de una relación interpersonal amorosa que se proyecta en la descendencia. Otro factor propio del siglo es la tendencia cada vez mayor a anular las diferencias sexuales entre las personas, lo que obstaculiza el proceso educativo de los jóvenes y les impide a veces educarse en su ser varón o mujer. Las expresiones artísticas y los contenidos publicitarios evidencian la creciente ambigüedad en esta materia, frente a la que se ve que los jóvenes han acusado recibo a través de las preguntas que hacen a los padres y profesores. La búsqueda del gozo en el encuentro con el otro es sustituida por la más inmediata y superficial búsqueda del placer. La dinámica cultural que niega la unidad de las dimensiones amorosa y procreativa de la relación sexual se vincula estrechamente con la equiparación de la homosexualidad a la heterosexualidad.

¿Qué es la homosexualidad?
Cuando tratamos de ayudar a una persona a superar su homosexualidad, encontramos que muchas de ellas están confundidas sobre lo que verdaderamente es la homosexualidad. Muchas veces la persona se identifica erróneamente como "homosexual" creando así un obstáculo más en su esfuerzo de aceptar su nueva identidad en Cristo. Hay otros que no desean aceptar su problema homosexual y rehuyen confrontar la realidad. Esto sucede a menudo con los padres de familia o parientes que no desean aceptar la homosexualidad de un ser amado. Para mayor comprensión de este problema, hemos preparado esta reseña, explicando nuestra opinión sobre qué es la homosexualidad verdaderamente.
Hasta ahora, ni la comunidad científica ni los grupos religiosos, ni los homosexuales han llegado a un acuerdo sobre la definición de homosexualidad. Sin embargo, Lauwrence J. Hatterer, autor de "Cambiando la Homosexualidad Masculina"dio esta definición: "Aquel que en su vida adulta está motivado por una atracción definida, preferencial, erótica hacia miembros de su mismo sexo, y quien, usualmente pero no necesariamente, tiene relaciones con éste". Esta es una definición adecuada para trabajar con ella, pero una explicación completa de la condición de la homosexualidad es más profunda.

¿Nacer Homosexual?
La mayoría de las personas homosexuales creen que ellas "nacieron" homosexuales. A menudo esta creencia brinda alivio y retira la responsabilidad para el cambio. Sin embargo, no existe sólida evidencia científica que una persona nace homosexual. La gran mayoría de las personas homosexuales son completamente normales genéticamente: son hombres y mujeres completos en este sentido.

Conducta Aprendida
Nosotros creemos que la homosexualidad es una conducta aprendida que fue influenciada por una serie de hechos: una ruptura en la vida familiar en la niñez, una falta de amor incondicional de parte de alguno de los progenitores, falta de identificación con el progenitor del mismo sexo. Más tarde estos problemas pueden resultar en una búsqueda de amor y aceptación, envidia del mismo sexo o del sexo opuesto, una vida controlada por diferentes temores y sentimientos de aislamiento. Parece que una cosa está clara: la homosexualidad es causada por una multitud de raíces. Sería simplista pensar en una sóla causa: temor al sexo opuesto, incesto o abuso sexual, madres dominantes y padres débiles y opresión demoníaca. Todo esto puede jugar parte en la causa de la homosexualidad, pero sólo uno de estos factores externos en la vida de una persona, sus propias decisiones juegan un papel importante en formar su identidad homosexual, aunque son pocos los que desean admitirlo.

¿Qué Dice la Biblia?
La Biblia claramente dice en cinco diferentes lugares que la homosexualidad es pecado: Levíticos 18:22, 20:13, Romanos 1:26-27, I Corintios 6:9-10 y I Timoteo 1:9-10. A pesar que la posición de las Escrituras sobre la conducta homosexual es muy clara, algunas personas se preguntan: " ¿también dice la Biblia que los sentimientos homosexuales son incorrectos?". Después de una larga exposición sobre la homosexualidad, Romanos 1 termina con este versículo: "Que habiendo comprendido el juicio de Dios, que los que hacen tales cosas son dignos de muerte, no sólo lo hacen, más aún, consienten a los que las hacen". Es evidente aquí que aun el aprobar el estilo de vida homosexual es pecado. Colosenses 3:5 dice: "Amortiguad, pues vuestros miembros que están sobre la tierra; fornicación, inmundicia, malicia, mala concupiscencia y avaricia, que es idolatría". De acuerdo a la Palabra de Dios, la lujuria sexual y la fantasía homosexual y heterosexual son pecado. Por el contrario, I Corintios 10:13 nos asegura que la tentación no es pecado: "No os ha tomado tentación, sino humana; más fiel es Dios que no os dejará ser tentados más de lo que podéis llevar; antes dará también juntamente con la tentación la salida para que podáis aguantar". Existe una diferencia entre sentirse atraído hacia los actos homosexuales o fantasía, y escoger rendirse ante esa atracción. Esta es la diferencia entre la tentación y el pecado. No podemos controlar por completo lo que nos sirve de tentación, pero sí está en nuestro poder decidir seguir esta tentación. Este poder de decisión se fortalece por el Espíritu Santo quien vive en nosotros.

LOS CUATRO ASPECTOS DE LA HOMOSEXUALIDAD
El problema de la homosexualidad es mucho más que un simple acto sexual. Aquellos que han sido atrapados en ese pecado, han ingresado en el ambiente homosexual en algún grado. Para comprender mejor las circunstancias de la persona que busca ayuda, hemos dividido la homosexualidad en cuatro aspectos diferentes: conducta, respuesta psíquica, identidad y ambiente homosexual.

Conducta
A menudo asumimos que todas las personas homosexuales tienen encuentros homosexuales, pero este no siempre es el caso. Asumimos también incorrectamente que todo aquel que practica actos homosexuales es homosexual. Pero la verdad es que estos actos no son un indicio verdadero de que una persona sea o no homosexual. Existe un número inmenso de hombres heterosexuales que tienen encuentros homosexuales por varias causas, como por ejemplo estar en la prisión o en otro lugar donde no es posible el sexo heterosexual. Tampoco creemos que un muchacho que ha tenido encuentros homosexuales a temprana edad, es un homosexual, a menos que estos encuentros llenen una necesidad que no es satisfecha de otra manera, como la necesidad de amor, aceptación, seguridad y significado. En este caso, estos encuentros representan un "intercambio" por las necesidades no-sexuales que se obtienen a través de ellos. Es posible que estos encuentros sean sinónimo de satisfacer estas necesidades. Esto puede llevar a una orientación homosexual. Sin embargo, las estadísticas dan a conocer que la mayoría de muchachos que experimentan actos homosexuales los dejan atrás, y maduran hacia una vida heterosexual normal. Por el contrario, muchas personas homosexuales nunca tienen encuentros homosexuales; debido al miedo o a una fuerte convicción religiosa, estas personas refrenan una conducta homosexual, pero llevan una intensa lucha con la homosexualidad.

Respuesta Psíquica
Una breve definición de este término es: "excitación sexual (estímulo) causada por percepción visual o especulación de fantasía". La respuesta psíquica es lo que la gente llama también "orientación homosexual". A pesar que muchas personas dicen que han experimentado atracción visual o sexual por el mismo sexo "desde que tienen uso de razón", existe un patrón progresivo en la vida de una persona que conduce a una respuesta psíquica homosexual. El niño puede comenzar con la necesidad de compararse con otros para ver si satisface los valores impuestos por la sociedad. Cuando ve que él no se compara favorablemente con los demás, siente admiración por esas cualidades y características físicas que envidia, lo que le lleva al deseo de poseer a otros y finalmente al deseo de consumir a otros. Este deseo se erotiza en algún momento, resultando eventualmente así en lo que se considera como la respuesta psíquica. Esta respuesta psíquica a tomar la vida de otra persona se inicia con un poco de imaginación. Se imaginan situaciones sexuales. Cuando el primer encuentro sexual sucede, puede ser el resultado de varios años de planeamiento y fantasía. No obstante, la conducta homosexual puede preceder a la respuesta psíquica, resultante de una respuesta condicionada hacia encuentros placenteros y satisfactorios con el mismo sexo.

Identidad
Algunas personas entran en la homosexualidad por la "identidad". Estas personas puede que no hayan experimentado atracción sexual por el mismo sexo, o no hayan tenido ningún encuentro homosexual. Sin embargo, desde temprana edad se han sentido "diferentes" de los demás. Se sienten anormales, como si no ocuparan un lugar en el mundo heterosexual. Ellos razonan de esta forma: "si no soy heterosexual, entonces debe ser que soy homosexual". Claro que esta es una mala interpretación. Una vida cohibida por la timidez, miedo del sexo opuesto, falta de habilidad en los deportes y en lo social, no debe aceptar la identidad de "homosexual". Sin embargo, la gente crece dentro de identidades. Una vez que se acepta a una identidad se comienzan a desarrollar en la vida de la persona, las características que esa identidad implica. Es por esta razón que es de mucha importancia lo que creemos de nosotros mismos.

Ambiente
Una persona homosexual puede insistir que no tiene responsabilidad alguna por su identidad, su respuesta psíquica, ni aun por su primer encuentro sexual, ya que este pudo haber sido forzado. Sin embargo, toda persona homosexual debe cargar con la responsabilidad de haber escogido entrar en el ambiente homosexual. No obstante, las personas entran en este estilo de vida en diferentes grados. Algunos viven en el mundo heterosexual la mayor parte del tiempo, y solamente buscan en el ambiente homosexual encuentros sexuales esporádicos e impersonales. Otros, en cambio, se sumergen totalmente en la subcultura homosexual donde trabajan, viven y socializan en un ambiente totalmente homosexual. Dentro de estos dos extremos, existen todos los demás grados de profundización en ese ambiente, pero para muchas personas, es en el ambiente homosexual donde han sentido de alguna forma la aceptación a un nivel superficial. A pesar de la aceptación disponible, el ambiente homosexual, a menudo se vuelve una forma de vida dolorosa y sin recompensa, especialmente para los homosexuales de edad avanzada quienes ya no son deseados sexualmente.
Como usted puede ver, en estos cuatro aspectos, la homosexualidad es un problema complejo con muchas definiciones y variaciones. Si alguien le dice: "yo soy homosexual", verdaderamente le ha dicho muy poco sobre su persona. Es necesario mirar su vida más profundamente para determinar hasta qué grado la homosexualidad se ha convertido parte de su identidad. Esto también puede ilustrar por qué la homosexualidad puede ser un problema difícil de superar.
Es verdad que la salida de la homosexualidad no es fácil, pero hay miles que la han abandonado, y se han hecho "nuevas criaturas en Cristo". Muchos se han casado y tienen familias, mientras que otros se mantienen célibes y viven vidas gozosas dedicadas al servicio de Dios. Dios nos da los deseos de nuestro corazón. A satanás no le complace cuando alguna persona se da cuenta del engaño de la homosexualidad y descubre la puerta. Hay muchas batallas que pelear, pero "mayor es El que está en nosotros que ese que está en el mundo".

"No tengas miedo ni te desalientes, pues la batalla no es tuya, sino de Dios" (II Crónica 20:15)

Anna Freud   jugó un papel predominante. Para ella la sospecha de homosexualidad era la peor de todas y estremece imaginar cómo habrá sufrido los comentarios del milieu psicoanalítico  sobre su amistad con Dorothy Burlingham.  En l956  invitó a la periodista Nancy Procter-Gregg a no citar en un artículo en The Observer aquella carta de su padre del 1935 basándose en primer lugar en que “(…) ahora podemos curar muchos más homosexuales de lo que creíamos  posible antes.  La otra razón es que los lectores podrían ver en ella -la carta de Freud- la confirmación de que todo lo que el  psicoanálisis puede hacer es convencer a los pacientes de que  sus defectos o inmoralidades no son graves y que habrían de aceptarlos con alegría”

Aunque para Freud la homosexualidad no fuera una perversión en sí, habría sido causada por una inhibición en el desarrollo normal del niño. De esta manera Freud halló que “en todo cuanto constituye una aberración fijada respecto de la vida sexual normal, no pudimos menos que discernir una cuota de inhibición del desarrollo y de infantilismo” (Freud 1905a/2004, p. 211). Más adelante en su obra, Freud formuló esta idea de tal manera que incluyese a la homosexualidad: "[…] siempre que en el adulto hallamos una aberración sexual ― perversión, fetichismo, inversión ― tenemos derecho a esperar que la exploración anamnésica nos lleve a descubrir en la infancia un suceso fijador […].” (Ibíd. P. 180).




http://www2.kennedy.edu.ar/departamentos/psicoanalisis/articulos/FreudyHomosexualidad.pdf
http://chiabai.zarcrom.net/node/520
http://www.marianponte.com/sexualidad/homosexualidad/#
http://guillermomattioli.com/los-psicoanalistas-ante-la-homosexualidad/

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